1. Beber agua. Beber es muy importante para que el cerebro y el cuerpo rindan al
máximo. Sin hidratación, las toxinas no son eliminadas y quedan estancadas. Te
aconsejamos que tengas una botella de agua en tu oficina para beber
regularmente, preferiblemente fuera de las comidas. También puedes optar por
infusiones de plantas.
2. Dormir bien. El
sueño proporciona la energía necesaria para afrontar cada nueva jornada
laboral. Dormir bien es indispensable para el bienestar físico e intelectual.
Si quieres conseguir un sueño reparador, te
aconsejamos que sigas estas pautas:
- Ventilar la habitación cada día y mantener una
temperatura de entre 18°C y 20°C.
- Dejar la habitación en total oscuridad.
- No tener cerca aparatos electrónicos.
- No practicar ejercicio después de las 18:00.
- Apagar el ordenador a partir de las 21:00. La
luminosidad de las pantallas perturba la secreción de melatonina, la hormona
del sueño.
- Cenar ligero.
3. Cuidar los ojos. Nuestros ojos soportan las tensiones de
nuestro ritmo de trabajo y tenemos que aprender a calmarlos porque el trabajo
frente a una pantalla disminuye la frecuencia de parpadeo, provocando sequedad.
Los síntomas de la fatiga ocular aparecen al cabo de 4 horas delante de una
pantalla.
Te recomendamos que no trabajes frente a una fuente de
luz directa como una ventana y que pestañees de forma constante para favorecer
la lubricación natural de los ojos. Pero lo más importante es que hagas pausas.
Cada 45 minutos, para tu trabajo frente a la pantalla durante 5 minutos.
4. Moverse. Es necesario moverse todo lo posible porque el trabajo
sedentario entraña numerosos problemas y enfermedades: obesidad, riesgo
cardiovascular, problemas musculares… Trabajar sentado reduce la esperanza de
vida. Los síntomas del sedentarismo son irreversibles, aun practicando deporte.
Por eso, es muy necesario que te levantes regularmente para desentumecer el
cuerpo.
5. Comer
bien. Cuidar la dieta es esencial para tener una buena salud. Muchas veces
descuidamos la alimentación por falta de tiempo y por nuestro acelerado ritmo
diario. No comas en tu puesto de trabajo frente al ordenador. Respeta la pausa
de la comida, sal de la oficina, cambia de aires y, si tienes que comer fuera
de casa, escoge un restaurante con una dieta variada
y saludable.