La
nuevas generaciones de jóvenes que comienzan su vida laboral hoy no aspiran a
estar toda su carrera profesional en una organización. Rotar es parte de su
estilo y la forma de asumir el trabajo.
Sin
embargo, tampoco es conveniente exhibir una hoja de vida con una larga lista de
empleos en muy poco tiempo. Todo en su justa medida. Pero ¿cuál es esa justa
medida?
Si
bien no existe un parámetro único para definir el tiempo mínimo que debería
estar una persona en un trabajo, sí se podría pensar en rangos, de acuerdo con
el tipo de empresa, sostiene la gerente de talento humano de la firma New
Stetic.
Señala
la experta que en empresas con una línea de producción, cinco años es un tiempo
prudencial en el que el empleado puede haber entregado su potencial de
conocimiento sobre el trabajo que desarrolla, y en el que también la
organización ha compartido con este conocimiento sobre su función y el sector.
Cuando
se trata de organizaciones que tienen más de una línea de producción, este
tiempo, por lo menos recomendado, es de unos 7 a 10 años.
Claro
que también se puede presentar el caso de personas que solo están interesadas
en algunos aspectos específicos de la organización para la que trabajan, y una
vez han acopiado todo el conocimiento necesario y aportado su experiencia en
ese campo de inmediato ven otras posibilidades de crecimiento laboral.
Por
supuesto, no se trata de una camisa de fuerza, ni quiere decir que una vez
vencido este plazo ya no exista más espacio para crecer en una misma
organización, o que antes no se pueda decidir la búsqueda de nuevos rumbos
laborales.
“No
hay un tiempo mínimo ni máximo sino el suficiente para que la experiencia sea
enriquecedora para el empleado y para que este aporte de forma positiva a la
empresa. Hay personas que se ufanan de haber laborado 20 o 30 años en una
empresa, pero al final fueron esos mismos años repetidos sin generar valor
agregado para ellos ni para la empresa. Por el contrario, hay quienes en poco
tiempo aportan de manera significativa en proyectos y dejan huella en la
organización y generan aprendizaje para ellos”, apunta la especialista en
gestión humana y magíster en desarrollo humano organizacional.
Los tiempos cambian
Pero
las prioridades y medidas del tiempo laboral cambian de acuerdo con las
generaciones. Para las actuales, el que podríamos llamar nivel de tolerancia es
más corto.
Agrega Liliana Álvarez que mientras las llamadas generaciones X y Y podían permanecer en
una organización en promedio cerca de 7 años, para los actuales jóvenes
trabajadores de la generación Millennials, este tiempo es cercano a los 4 años.
Un
comportamiento que ratifica la especialista en gestión humana Robledo Urrea. “A
diferencia de generaciones como las de nuestros padres, que buscaban
estabilidad laboral y aspiraban a pensionarse, hoy los jóvenes no piensan en
eso, entre otras razones porque con el sistema actual de pensiones de Colombia,
esta posibilidad es cada vez más lejana para ellos”.
¿Qué ofrece la empresa?
Claro
está que existen factores que hacen que quienes llevan poco tiempo en su vida
laboral, o apenas van a iniciarla, puedan permanecer mucho más en sus empresas.
Señala Guillermo Ríos Botero, director
ejecutivo de la Asociación Colombiana de Relaciones de Trabajo, Ascort, que uno
de los intereses que motivan a los empleados actuales a permanecer en una
organización está basado en el desarrollo de proyectos. “Terminan un proyecto y
ya buscan otro que les está ofreciendo la organización, de lo contrario sienten
que no están aportando y buscan otras alternativas”, plantea el directivo.
Buscan
que las empresas les den nuevas oportunidades, incluso a veces en los campos
que en principio no eran los de su competencia o preparación, pero están
abierto a asumir nuevos retos.
¿Por qué se mueven?
La
movilidad que registran los jóvenes en sus trabajos hoy día está motivada en
dos factores principales: la globalización y las nuevas oportunidades de hacer
empresa propia.
“Otra
tendencia muy marcada en los jóvenes de hoy en cuanto a lo laboral es crear sus
propias empresas. En muchos casos se emplean por un tiempo en busca de músculo
financiero y luego se dedican a sus propios negocios. En esta tendencia ha
influido la generación de programas de formación en emprendimiento. Además, se
puede hablar de factores como la globalización, la multiculturalidad, que
atraen a los empleados a buscar otros rumbos”.
Y no
descarta que las organizaciones se están viendo afectadas por la guerra por el
talento, entre otras razones porque hoy los empleados son mas preparados y así
mas atractivos para las organizaciones.
Pero,
¿qué impacto genera una hoja de vida con un número significativo de empleos en
relativo corto tiempo?
Dadas
las actuales condiciones del mercado laboral y el comportamiento de los nuevos
empleados, no es mucho, “excepto que sea algo muy significativo y que se
evidencie que en dichas experiencias no haya crecimiento ni aporte o valor
agregado y que los motivos de retiro no sean claros”.