1. Define tu situación
actual. Lo primero es lo primero. Antes de dar el
primer paso debes saber en qué posición te encuentras, si quieres realmente
cambiar de trabajo y tener en cuenta cuáles son tus razones. Determinar hacia
dónde quieres caminar profesionalmente es lo que te permitirá llegar al lugar
adecuado. Te ayudará hacer una lista de los posibles trabajos que disfrutarías
y para los cuales estás capacitada, así como otra lista de los empleos en los
que no te gustaría trabajar.
2. La actitud. Una actitud positiva ante la búsqueda de
empleo puede hacer la diferencia. Incluso los reclutadores pueden percibir esa
sensación de derrota desde el primer contacto. El optimismo se contagia y puede
sumar puntos a tu favor.
3. Saber buscar. Si ya estás lista para
cambiar de empleo o salir al mercado laboral debes aprovechar cada oportunidad
para que tu nombre sea considerado para una posición. Puedes utilizar desde los
clasificados, los anuncios en periódicos, las redes sociales –y hasta el boca a boca-
para dejar claro que andas detrás de un nuevo empleo. Visita actividades y
eventos que puedan estar relacionados con el área donde quieres desarrollarte.
4. Cuida tu CV. El currículum u hoja de vida es la primera
impresión del candidato. El CV debe definir tus logros, aptitudes, experiencias
y educación. Por eso es importante que incluya datos generales, una fotografía
formal, tus objetivos en la vida laboral, formación académica, idiomas y otras
habilidades. En algunas profesiones se exige portafolios. Es de rigor además
que el CV no tenga faltas ortográficas o el empleo incorrecto de los términos
que utilices. En estos tiempos se debe obviar incluir los estudios básicos y
secundarios, nombres de puestos del jefe inmediato, pasatiempos, datos falsos.
Mientas más conciso sea, mejor. Sencillamente, es buscar la manera de venderse
a sí mism@. Un punto a tomar en cuenta es que el CV u hoja de vida debe
ajustarse a los requerimientos de la posición. Además, si el puesto que se
busca puede encontrarse en compañías multinacionales y fuera del país se debe
considerar tener una versión en distintos idiomas.
5. Saber distribuir el CV. De momento la herramienta por excelencia
son las redes sociales que, al mismo tiempo, es una opción importante para las
oficinas de recursos humanos. Siempre puedes utilizar tu red de contactos por
correo electrónico tomando en cuenta Facebook y Twitter. Pero, de paso, no
debes olvidar el boca a boca, sistema tradicional para poner a correr la voz y
que muchos sepan que estás buscando empleo.
6. Aprovecha las bolsas de
trabajo gratuitas. Otra opción es colocar el currículum en
páginas de Internet o sitios de búsqueda de empleo y estar pendientes de esas
mismas páginas donde se ofertan vacantes competitivas. Ejemplo: (portal número uno de RD de publicación de
hojas de Vida y búsquedas de trabajo) y (Red Social profesional, el 85% del
reclutamiento de EU se realiza a través de este portal).
7. Preparación y
experiencia laboral. Ganar experiencia en el área que tenemos
como objetivo siempre tendrá sus frutos. Y es que la capacitación constante es
imprescindible si se quiere escalar.
8. Una buena entrevista de
trabajo. Si encuentras la oportunidad de llegar
hasta la entrevista de la posición que buscas, aprovéchala. Lo primero es
prepararse adecuadamente, desde ensayar un posible cuestionario hasta tomar en
cuenta cómo debe ser la vestimenta: sobria e impecable. Opta por un look
formal, sin jeans, ni tenis o sandalias; lleva zapatos cerrados y, si vas a
usar accesorios, que sean discretos.
9. Lista para el puesto. Déjale saber a quien te entrevista que estás lista y preparada para
esa posición. Una entrevista de trabajo debe verse como la oportunidad para
colocarse delante de los demás aspirantes a una plaza vacante, ya que en ella
se deberá aprovechar para expresar y dar a conocer las cualidades y aptitudes
que posee la persona.
10. Evita estas actitudes. Se aconseja evitar algunos comportamientos
para causar una mejor impresión. Dentro de las cosas que debes eludir es ser
poco amable, pensar que te harán una oferta en la primera entrevista, saludar
de beso, tocarse demasiado la cara, no conocer la empresa, criticar empresas y
jefes anteriores, tener actitud de sabelotodo e interrumpir.