10 razones de por qué fracasas en el trabajo

10 razones de por qué fracasas en el trabajo

1. Demasiadas distracciones. Tienes una jornada de ocho horas o incuso más y lo ideal es que te encuentres concentrado en tus labores, si las pausas, platicas e incluso el Facebook forman parte importante del tiempo que pasas en la oficina, entonces no estás realmente trabajando duro.

2. No tomas riesgos. Ir a lo seguro siempre es una opción tentadora, es lo más cómodo; pero un negocio no crece sólo de tener suerte, si tienes ideas pero no tomas la decisión de atreverte a alzar la mano tu empresa no te verá y por lo tanto no habrá exito.

3. No eres eficiente. Si eres de las persona que hace uso de hasta el último minuto en la oficina, bien hecho, el problema se presenta cuando a pesar de trabajar tan duro no lo haces de manera inteligente, y los resultados que presentas no son benéficos para tu empresa.

4. Rendirse al primer fracaso. El estudio de la Universidad de Palermo, revela que frases como “el trabajo no era lo que esperaba” son de las más comunes en el momento de la deserción. Tu carácter debe definir que si el empleo te gusta y lo necesitas no deberás rendirte tan fácilmente.

5. Tener miedo de sobresalir.  Es más común de lo que parece, en el interior tienes ganas de conseguir el puesto y salir adelante, pero es más grande la amenaza de no complacer a quienes te rodean o de que si, por recelo te enfrentan, no sepas cómo sobrellevarlo.

6. Carencia de habilidades sociales. Para lograr triunfar en una empresa, tener la disposición de obtener relaciones sólidas es indispensable, por lo que tu fracaso puede estar basado en minimizar la importancia de esto y no conseguir inducir a los demás a una acción o pensamiento requerido.

7. Te falta humildad. Existen personas que logran poco y dicen ser expertos, la humildad consiste en saber lo que no sabes. Lo ideal es que demuestres todas las veces que sea posible las habilidades reales que tienes, porque si en algún momento te ponen a prueba no fracasaras.

8. Falta de responsabilidad. Cuando tienes excusa para todo lo que pasa, sucedió mal o hubo algún problema en realidad no te estás haciendo responsable de tu trabajo, por el contrario das la imagen de que tienes un pretexto para todo y por ende tus jefes no logran afianzar confianza.

9. Nula empatía. Ésta resulta fundamental, ya que el fracaso reside en no reconocer la opinión del jefe o de otros empleados, tomando como base frases que empiezan con “yo”, que implican actitudes defensivas ante críticas sobre tus conductas o acciones.

10. Falta de automotivación. Y este, al parecer es el más importante, ya que si no tienes la capacidad de encontrar una motivación interna independiente de la circunstancia que se viva, no podrás lograr que ante las circunstancias adversas no te des por auto-despedido.

Goleman indica que la buena noticia es que la inteligencia emocional se puede aprender, aptitudes como el autoconocimiento, la seguridad en ti mismo, autocontrol, compromiso, la integridad, honestidad, responsabilidad y liderazgo no están fuera de tu alcance.

9 tipos de personas que nunca triunfan en el trabajo

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1. El cobarde
El miedo es un poderoso motivador. Es por es que los candidatos presidenciales tienden a descalificar a sus opositores diciendo que él o ella va “a destruir la economía” y por lo que los anunciantes advierten que “fumar mata”. En el lugar de trabajo, las personas consumidas por el miedo recurren a actitudes dañinas e inusuales. Los colegas cobardes son buenos para echarle la culpa a los demás, esconden sus errores y nunca pelean por lo correcto. 

2. El Dementor
En la saga de J. K. Rowling de Harry Potter, los dementores son criaturas malévolas que chupan el alma de las personas, dejando un solo una carcaza sin corazón. Cuando un dementor entra en una habitación el lugar se vuelve frío y las personas empiezan a recordar sus peores pesadillas. Rowling ha dicho que el concepto de los dementores está basado en las personas extremadamente negativas, aquellas que te sacan la vida cuando platican contigo. Estos individuos imponen su negatividad y pesimismo a todas las personas que encuentran. Sus puntos de vista siempre son deprimentes y pueden inyectar miedo e incertidumbre en toda situación. 

3. El arrogante
Las personas arrogantes son una pérdida de tu tiempo porque ven todo lo que haces como una afrenta personal. La arrogancia es confianza falsa y siempre sirve para enmascarar fuertes inseguridades. Un estudio de la Universidad de Akron encontró que la arrogancia está relacionada con una serie de problemas en los lugares de trabajo. Las personas arrogantes tienen un desempeño menor y tienen mayores problemas cognitivos que el promedio de los seres humanos.

4. El pensador grupal
Los pensadores grupales siempre toman el camino de menor resistencia y son buenos para defender el mantra “así es como siempre lo hemos hecho”. Si de pronto ves que te la opinión grupal, ten cuidado: seguir ciegamente al status quo pocas veces lleva a la grandeza. 

5. El veleta
Las personas que cambian rápido de parecer son muy buenos para adjudicar la falta de avances a la falta de oportunidades. Aunque la suerte tiene un papel en el éxito de las personas, la mayoría de las veces la gente triunfadora llega a sus metas a través del trabajo duro. Las veletas no se dan cuenta de que su actitud es lo que los frena, no las circunstancias.

6. El temperamental
Algunas personas no tienen control sobre sus emociones. Se desquitarán contigo y proyectarán sus sentimientos en otras personas, siempre pensando que los demás son responsables por lo que están experimentando.  Las personas temperamentales tienen un desempeño pobre porque sus emociones afectan su buen juicio y su falta de control destruye sus relaciones. Cuídate de las personas temperamentales, cuando las cosas se ponen difíciles pueden llegar a usarte como su “retrete emocional”. 

7. La víctima
Las víctimas son difíciles de identificar porque inicialmente sentirás empatía por sus problemas. Pero, conforme pasa el tiempo, te darás cuenta de que su “momento de necesidad” es todo el tiempo. Las víctimas evitan activamente cualquier responsabilidad al convertir cualquier tope en una montaña imposible de escalar. No ven los tiempos difíciles como oportunidades para aprender. Más bien los ven como una excusa. 

8. El crédulo
No se puede más que sentir lástima por este tipo de persona. Son las que cuidan a los bebés del jefe por la mañana luego de pasar la noche sacando un proyecto… ¡en domingo! Por alguna razón, los crédulos (generalmente los nuevos de la oficina) se dejan llevar por la corriente hasta que se los empieza a tragar el océano. Está bien negociar tu salario y está bien quejarse cuando las cosas no van bien. Tendrás más respeto si te defiendes a ti mismo cuando es necesario. 

9. El que siempre se disculpa
Por cada persona que te debe una disculpa, hay otra que te pide perdón demasiado. Las personas que no tienen autoconfianza siempre están disculpando sus ideas y sus acciones. Temen el fracaso y creen que pedir perdón es una red de seguridad. Sin embargo, dispensarse demasiado abarata sus ideas y hace que sean menos propensas a ser tomadas en serio. Es importante que tu tono de voz y lenguaje corporal reflejen la importancia de tus ideas. 
Ofrecer tu opinión como una pregunta es igual de malo que pedir perdón por tener una visión diferente a la de los demás. Si de verdad que algo merece la pena de ser compartido, hazlo con confianza. 

¿Cuánto es prudente durar en un trabajo?

¿Cuánto es prudente durar en un trabajo?


La nuevas generaciones de jóvenes que comienzan su vida laboral hoy no aspiran a estar toda su carrera profesional en una organización. Rotar es parte de su estilo y la forma de asumir el trabajo.
Sin embargo, tampoco es conveniente exhibir una hoja de vida con una larga lista de empleos en muy poco tiempo. Todo en su justa medida. Pero ¿cuál es esa justa medida?
Si bien no existe un parámetro único para definir el tiempo mínimo que debería estar una persona en un trabajo, sí se podría pensar en rangos, de acuerdo con el tipo de empresa, sostiene la gerente de talento humano de la firma New Stetic.

Señala la experta que en empresas con una línea de producción, cinco años es un tiempo prudencial en el que el empleado puede haber entregado su potencial de conocimiento sobre el trabajo que desarrolla, y en el que también la organización ha compartido con este conocimiento sobre su función y el sector.
Cuando se trata de organizaciones que tienen más de una línea de producción, este tiempo, por lo menos recomendado, es de unos 7 a 10 años.

Claro que también se puede presentar el caso de personas que solo están interesadas en algunos aspectos específicos de la organización para la que trabajan, y una vez han acopiado todo el conocimiento necesario y aportado su experiencia en ese campo de inmediato ven otras posibilidades de crecimiento laboral.
Por supuesto, no se trata de una camisa de fuerza, ni quiere decir que una vez vencido este plazo ya no exista más espacio para crecer en una misma organización, o que antes no se pueda decidir la búsqueda de nuevos rumbos laborales.

“No hay un tiempo mínimo ni máximo sino el suficiente para que la experiencia sea enriquecedora para el empleado y para que este aporte de forma positiva a la empresa. Hay personas que se ufanan de haber laborado 20 o 30 años en una empresa, pero al final fueron esos mismos años repetidos sin generar valor agregado para ellos ni para la empresa. Por el contrario, hay quienes en poco tiempo aportan de manera significativa en proyectos y dejan huella en la organización y generan aprendizaje para ellos”, apunta la especialista en gestión humana y magíster en desarrollo humano organizacional.

Los tiempos cambian
Pero las prioridades y medidas del tiempo laboral cambian de acuerdo con las generaciones. Para las actuales, el que podríamos llamar nivel de tolerancia es más corto.
Agrega Liliana Álvarez que mientras las llamadas generaciones X y Y podían permanecer en una organización en promedio cerca de 7 años, para los actuales jóvenes trabajadores de la generación Millennials, este tiempo es cercano a los 4 años.
Un comportamiento que ratifica la especialista en gestión humana Robledo Urrea. “A diferencia de generaciones como las de nuestros padres, que buscaban estabilidad laboral y aspiraban a pensionarse, hoy los jóvenes no piensan en eso, entre otras razones porque con el sistema actual de pensiones de Colombia, esta posibilidad es cada vez más lejana para ellos”.

¿Qué ofrece la empresa?
Claro está que existen factores que hacen que quienes llevan poco tiempo en su vida laboral, o apenas van a iniciarla, puedan permanecer mucho más en sus empresas.
Señala Guillermo Ríos Botero, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Relaciones de Trabajo, Ascort, que uno de los intereses que motivan a los empleados actuales a permanecer en una organización está basado en el desarrollo de proyectos. “Terminan un proyecto y ya buscan otro que les está ofreciendo la organización, de lo contrario sienten que no están aportando y buscan otras alternativas”, plantea el directivo.

Buscan que las empresas les den nuevas oportunidades, incluso a veces en los campos que en principio no eran los de su competencia o preparación, pero están abierto a asumir nuevos retos.

¿Por qué se mueven?
La movilidad que registran los jóvenes en sus trabajos hoy día está motivada en dos factores principales: la globalización y las nuevas oportunidades de hacer empresa propia.
“Otra tendencia muy marcada en los jóvenes de hoy en cuanto a lo laboral es crear sus propias empresas. En muchos casos se emplean por un tiempo en busca de músculo financiero y luego se dedican a sus propios negocios. En esta tendencia ha influido la generación de programas de formación en emprendimiento. Además, se puede hablar de factores como la globalización, la multiculturalidad, que atraen a los empleados a buscar otros rumbos”.

Y no descarta que las organizaciones se están viendo afectadas por la guerra por el talento, entre otras razones porque hoy los empleados son mas preparados y así mas atractivos para las organizaciones.
Pero, ¿qué impacto genera una hoja de vida con un número significativo de empleos en relativo corto tiempo?

Dadas las actuales condiciones del mercado laboral y el comportamiento de los nuevos empleados, no es mucho, “excepto que sea algo muy significativo y que se evidencie que en dichas experiencias no haya crecimiento ni aporte o valor agregado y que los motivos de retiro no sean claros”.


¿Qué es la seguridad en el trabajo?

¿Qué es la seguridad en el trabajo?


La seguridad en el trabajo es la disciplina encuadrada en la prevención de riesgos laborales cuyo objetivo es la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo. Se trata de un conjunto de técnicas y procedimientos que tienen como resultado eliminar o disminuir el riesgo de que se produzcan accidentes.

La empresa es un lugar de trabajo que debe guardar unas normas y tener unas condiciones óptimas para que los empleados puedan desarrollar su actividad laboral de la mejor forma posible y con la mayor seguridad.

La prioridad de la Seguridad en el Trabajo es evitar los accidentes de trabajo graves y mortales. Si observamos las estadísticas de las últimas décadas observamos que los trabajadores fallecen en su trabajo principalmente por accidentes de tráfico, enfermedades cardiovasculares, caídas desde alturas, contactos eléctricos, golpes y caída de cargas en actividades logísticas y por el acceso a espacios confinados sin las preceptivas medidas de seguridad.

Con la excepción de las enfermedades cardiovasculares que se previenen desde Áreas más relacionadas con Salud, el resto se afrontan desde la especialidad de Seguridad en el trabajo. Para poder combatir estos accidentes de trabajo tenemos que tener en cuenta la principal causa que los provoca; "el factor humano", por lo tanto las principales herramienta para prevenirlos son la formación, la información, y la aplicación de procedimientos de trabajo mediante los cuales las empresas puedan minimizar el riesgo de que sus trabajadores puedan sufrir accidentes."

La seguridad laboral implica que no existan riesgos que perjudiquen la salud de los trabajadores. Para ello los técnicos o especialistas en prevención de riesgos laborales deben identificar, evaluar y controlar los peligros o riesgos asociados a la actividad laboral y fomentar las actividades formativas y medidas destinadas a prevenir y evitar estos riesgos.

El conseguir que los empleados de una organización tengan las mejores condiciones en seguridad laboral es responsabilidad del empresario, que puede asumir directamente esta misión encomendando esta tarea a personas de su empresa o bien contratar a una empresa especializada en prevención de riesgos laborales para que le preste asesoramiento externo. Es obligación del empresario informar y formar a sus trabajadores del alcance de los riesgos derivados de su trabajo, así como poner los medios para evitarlos.

También están obligados a cumplir las normas en seguridad laboral los fabricantes y suministradores de maquinaria, equipos, productos y útiles de trabajo que se vayan a utilizar en el proceso productivo.

A nivel internacional, el principal organismo que regula las normas y disposiciones para vigilar la seguridad en el trabajo es la OIT

 (Organización internacional del Trabajo), que es la entidad que se responsabiliza de la mejora permanente de las condiciones de trabajo. Se trata de una organización perteneciente a las Naciones Unidas, formada por gobiernos, empresas y trabajadores que establece convenios y normas para conseguir mejorar constantemente las condiciones de trabajo.

12 consejos para cuidar tu perfil profesional

12 consejos para cuidar tu perfil profesional


1.Una imagen vale más que mil palabras. ¡Cuidado con la foto! una fotografía que no sea adecuada a tu perfil profesional, aquella que te has tomado en la playa, con tu novio o con tus amigos, no te ayudará a conseguir empleo o a mejorar tu situación laboral. Intenta poner una foto en la que reflejes alguna característica profesional y recuerda que siempre será parte importante de tu marca personal.

2.No poner en tu estado que estás desempleado o parado. Poner que estás parado supone una situación estática, sin movilidad y seguro que es lo menos que sucede en tu vida cuando buscas empleo. Puedes sustituir ese tipo de estado por alguno más llamativo como: “En busca de nuevos desafíos” “ Buscando nuevos retos” “En busca de un proyecto que me cambie la vida” etc.
3.Evita las palabras típicas y aburridas. Los seleccionados están cansados de leer siempre lo mismo, ya que lo que quieren es alguien que destaque en el trabajo. Evita decir “demasiado perfeccionista” “Gran solucionador de problemas” “Habilidades para trabajar en equipo”. Tira a la basura todas estas palabras y cámbialas por algunas más interesantes  y sobre todo concretas, relacionadas con el sector en donde trabajas.
4.No pongas frases en tercera persona, como si estuvieses hablando de otro profesional, hacerlo de esta manera suena distante y poco creible. Siempre habla en primera persona, suena más cercano e involucrado en el trabajo que describes.
5.¡No exageres y sobre todo no mientas! Aunque sea tentador para engordar tu curriculum, no te inventes un grado más en inglés o conocimientos de herramientas e informática que no tienes. Recuerda que se descubre más rápido a un mentiroso que a un ladrón. Mentir en tu información profesional puede perjudicarte como profesional.
6-Adiós telarañas. No olvides actualizar tu información, foto, habilidades, años o trabajos menos relevantes. La idea es que le des a tu perfil una cara renovada que lo haga mucho más atractivo.
7-Cuida la ortografía. Las faltas de ortografía dentro de un perfil profesional como en un curriculum, dicen mucho de una persona. Es una manera de identificar si es una persona cuidadosa, concentrada y pendiente de la calidad. La manera en que escribes también define tu marca personal.
8- Revisa si has escrito frases que expresan inseguridad, falta de experiencia y compromiso como “creo”, “algo de experiencia”, “tal vez” etc. Seguridad ante todo, ¡demuestra que tu eres el experto!
9- Cuidado con incluir un correo electrónico poco profesional. Existen algunos correos con números, o nombres ficticios que no son los indicados para conseguir una buena imagen profesional. La idea es que tu dirección de email contenga tus nombres y apellidos.
10- La edad. Para muchos reclutadores la edad puede ser uno de los factores de discriminación entre los solicitantes de empleo. Si quieres demostrar tus años de experiencias, habilidades, todo el know-how aprendido, no es necesario que indiques tu edad. Lo más relevante es saber captar la atención de tu comunidad, demostrando tus habilidades y conocimientos de manera interesante.
11- Elimina los datos personales irrelevantes como el estado civil, color favorito, lugar de vacaciones etc. Esta información guárdala para tus perfiles sociales ya que no es información que te ayudará a destacar tu información laboral.
12- Escribe un buen titular profesional. Algunas comunidades de networking como LinkedIn, la Red de Contactos de InfoJobs, Xing, Womenalia etc solicitan a sus usuarios una descripción o titular profesional. Este es el mensaje que ven el resto de los usuarios sobre ti. Asegúrate que el mensaje que publiques es el adecuado para tu perfil  y sobre todo el que te interesa proyectar.

5 CONSEJOS PARA CUIDAR LA SALUD EN EL TRABAJO

5 CONSEJOS PARA CUIDAR LA SALUD EN EL TRABAJO


1. Beber agua. Beber es muy importante para que el cerebro y el cuerpo rindan al máximo. Sin hidratación, las toxinas no son eliminadas y quedan estancadas. Te aconsejamos que tengas una botella de agua en tu oficina para beber regularmente, preferiblemente fuera de las comidas. También puedes optar por infusiones de plantas.
2. Dormir bien. El sueño proporciona la energía necesaria para afrontar cada nueva jornada laboral. Dormir bien es indispensable para el bienestar físico e intelectual. Si quieres conseguir un sueño reparador, te aconsejamos que sigas estas pautas:

- Ventilar la habitación cada día y mantener una temperatura de entre 18°C y 20°C.
- Dejar la habitación en total oscuridad.
- No tener cerca aparatos electrónicos.
- No practicar ejercicio después de las 18:00.
- Apagar el ordenador a partir de las 21:00. La luminosidad de las pantallas perturba la secreción de melatonina, la hormona del sueño.
- Cenar ligero.

3. Cuidar los ojos. Nuestros ojos soportan las tensiones de nuestro ritmo de trabajo y tenemos que aprender a calmarlos porque el trabajo frente a una pantalla disminuye la frecuencia de parpadeo, provocando sequedad. Los síntomas de la fatiga ocular aparecen al cabo de 4 horas delante de una pantalla.

Te recomendamos que no trabajes frente a una fuente de luz directa como una ventana y que pestañees de forma constante para favorecer la lubricación natural de los ojos. Pero lo más importante es que hagas pausas. Cada 45 minutos, para tu trabajo frente a la pantalla durante 5 minutos.

4. Moverse.  Es necesario moverse todo lo posible porque el trabajo sedentario entraña numerosos problemas y enfermedades: obesidad, riesgo cardiovascular, problemas musculares… Trabajar sentado reduce la esperanza de vida. Los síntomas del sedentarismo son irreversibles, aun practicando deporte. Por eso, es muy necesario que te levantes regularmente para desentumecer el cuerpo.

5. Comer bien. Cuidar la dieta es esencial para tener una buena salud. Muchas veces descuidamos la alimentación por falta de tiempo y por nuestro acelerado ritmo diario. No comas en tu puesto de trabajo frente al ordenador. Respeta la pausa de la comida, sal de la oficina, cambia de aires y, si tienes que comer fuera de casa, escoge un restaurante con una dieta variada y saludable.

Si no cuidas tu empleo, otro lo hará. Claves para conservar tu empleo

Si no cuidas tu empleo, otro lo hará. Claves para conservar tu empleo


Actitud Ganadora
La actitud con la que te enfrentas día a día en tu trabajo es muy importante, si eres una persona pesimista, que le encuentra un “Pero” a todo, que se siente desafortunado por tener que hacer lo que hace, créeme, este será el principal motivo para que tus jefes y tu equipo de trabajo no quieran seguir laborando contigo. Piénsalo, es muy agradable trabajar con personas entusiastas, motivadas, que siempre ven lo bueno y que buscan y aportan soluciones en vez de problemas. Revisa tu actitud y motívate para ser un mejor trabajador.

Tener un excelente desempeño profesional:
Es fácil acomodarnos y creer que ya lo sabemos todo y que no necesitamos esforzarnos, es entonces cuando llega alguien que se esfuerza, que busca dar lo mejor de sí mismo y cada día hace su trabajo con compromiso y responsabilidad. Es allí donde nos preguntamos si realmente somos merecedores de nuestro empleo o hay gente mejor que nosotros. Mantén tu nivel de desempeño lo más alto posible, dando lo mejor de ti siempre.

Cumplir con las normas y políticas de la organización:
Parece obvio, pero en la medida en que vamos tomando confianza en la empresa, descuidamos aspectos básicos como la puntualidad, la presentación personal, cumplir con los procedimientos, normas éticas y sociales, etc.

Ser Flexible
En ocasiones debemos mostrarnos flexibles frente a las necesidades de la organización, pese a que tenemos un horario establecido y unas funciones definidas, debemos considerar que pueden requerir que, excepcionalmente, realices  alguna función complementaria que esté a tu alcance o que extiendas un poco tu horario debido a un aumento de trabajo o a la ausencia de un compañero.
Frente a estas situaciones, tu aporte y actitud de colaboración es muy importante y te harán ver como un empleado que se preocupa por su empresa y por el logro de los objetivos de la misma.

Contribuir a mantener un buen clima laboral
Evita participar en conversaciones negativas, especialmente si se relacionan con la empresa donde laboras, tus compañeros o jefes y /o con los clientes. En cambio, trabaja cada día con compromiso, mostrando valores como respeto y colaboración con los compañeros, se amable y cordial sin pasar al abuso de confianza.  Apoya a tus nuevos compañeros para que asuman mejor sus funciones. De ésta manera tu sitio de trabajo será más agradable tanto para ti como para los demás y te sentirás más motivado cada día.

Capacítate e incrementa tus conocimientos
Sumar nuevos conocimientos a través de capacitaciones, cursos, seminarios que brinda la compañía o cursos externos, es una de las claves más importantes hoy en día para permanecer en nuestro empleo, tanto las empresas como los clientes requiere personal mejor preparado, que pueda afrontar con seguridad nuevas funciones y tecnologías. Adicionalmente, contar con mayores conocimientos hace que tu perfil profesional sea más interesante para ser tenido en cuenta en ascensos y/o nuevos cargos.  Capacitarse  no solo nos posiciona mucho más fuerte frente al mercado laboral, sino que también nos fortalece en la empresa u organización en la que estamos.
Para finalizar:
Tú eres el resultado de tu propio trabajo y dedicación, haz de ti la mejor obra: Cuida de ti mismo. Trabaja duro y eficientemente, cumple horarios y objetivos, cultiva buenas relaciones con tus compañeros y profesionales de tu sector, duerme lo suficiente, aliméntate bien y dedica tiempo a hacer ejercicio. No te escudes en pretextos, si tu no lo haces, otro lo hará.